SADIRA inició su actividad en 1964 dedicándose a la fabricación de un lubricante profesional llamado Centauro. Expande su actividad en los mercados de la náutica, deportes y armería. La necesidad de limpiar los motores, herramientas y armas que llegaban de los clientes, llevó a la empresa a formular Centauro.

SADIRA decide dar un cambio en su estrategia de negocio para dedicarse intensivamente a la fabricación y comercialización de productos de reparación y mantenimiento de las embarcaciones de recreo y armas. La exigencia de los clientes y la dificultad de encontrar en el mercado productos tan específicos con calidad demostrada ha sido el motor de las constantes innovaciones. La dureza de las aguas marinas provoca grandes deterioros en las superficies, motores y materiales de las embarcaciones.